Esta saga de novelas de género negro de origen sueco, ha publicado su capítulo número seis con el que llega al final de su segunda trilogía, la saga millennium cuenta con seis títulos o libros en los que se desarrolla la historia creada por Stieg Larsson quien escribió los tres primeros : Los hombres que no amaban a las mujeres (2005), La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina (2006), La reina en el palacio de las corrientes de aire (2007) y continuados luego de su muerte por David Lagercrantz, con: Lo que no mata te hace más fuerte (2015), El hombre que perseguía su sombra (2017), por último y recien publicado La chica que vivió dos veces (2019).


Ambos autores profesionales del periodismo y la escritura, conducen al lector por una historia en la que se abordan los temas de corrupción gubernamental y empresarial en vinculación con las mafias, la explotación laboral infantil y principalmente el abuso de género, en el que los tópicos de acoso, abuso sexual, trata de blancas, disparidad salarial y violencia doméstica, son trabajados desde diversas perspectivas y evidente crudeza; con la finalidad de, denunciar su continuidad en el período actual y sus modos de aplicación en la medida en que el mundo avanza y a pesar de los diversos logros de las luchas contra la diferencia, ilustran en sus narraciones cómo éstas se mantienen en todas partes del mundo y con niveles de agresiones escalofriantes.
En este último tomo, La chica que vivió dos veces (2019), se muestra el crecimiento y la madurez en sus personajes, donde la rudeza que los caracterizó se diluye ante la experiencia que la vida les ha hecho asumir, en una historia que se desarrolla con el hallazgo del cuerpo sin vida de un vagabundo que se ve vinculado con un ministro sueco y toda la información del caso la lleva Mikael Blomkvist, lo que da origen a la investigación en la que se va a desarrollar la trama; de la que, el tema del enfrentamiento de Lisbeth Salander con su hermana gemela Camilla, va a ser ahondado, pues desde libros anteriores se ha mostrado los modos en que este tópico puede afectar a Lisbeth.

La composición narrativa en este último tomo de la segunda trilogía, hace un equilibrio perfecto entre la novela negra y el thriller o género de suspenso, al mantener la atmósfera de violencia, injusticia y miedo en conjunto con una narrativa tensional que hace que el espectador se mantenga a la expectativa de lo que va a ocurrir por la aplicación de una estrategia en la que el autor considera el alargue de los desenlaces con interacción directa a los actos inesperados.
Lo interesante de la segunda trilogía es la continuidad que se le da a los personajes principales y cómo dan evidencia de crecimiento sin desplazar su esencia, estas dos trilogías se hacen de real interés para el público en general por su orden temático y discursivo, en el que el tema de la violencia visualizada desde un país de primer mundo adquiere mayor crudeza y agresividad, a pesar de los órdenes sociales en los que se manejan.
El récord de ventas para estas dos trilogías ha sido representativo y mantenido, por lo que resulta altamente recomendado para que forme parte de cualquier biblioteca.