Esta semana queremos felicitar al genio Francisco Ibáñez, quien cumple 87 años. Ibáñez Talavera, nacido en Barcelona el 15 de marzo de 1936, es un historietista español que pertenece a la segunda generación o generación del 57 de la Escuela Bruguera, junto con autores como Figueras, Gin, Nadal, Raf, Segura o Martz Schmidt. Es el creador de una multitud de series humorísticas, entre las que destaca “Mortadelo y Filemón”, las cuales son consideradas un icono esencial de varias generaciones en España, y muchos otros dibujantes de cómics posteriores reconocen su gran influencia.
Desde la década de los 90, se ha centrado casi exclusivamente en “Mortadelo y Filemón”.
Desde muy joven, desarrolló una gran afición por los tebeos y el cine cómico estadounidense. En octubre de 1947, con apenas once años, se publicó su primer dibujo en la revista “Chicos”.
En el verano de 1957, Ibáñez, quien ya ganaba más como dibujante que como ayudante de cartera y riesgos en la banca, decidió dedicarse por completo a la historieta. Además de seguir colaborando con las publicaciones de la Editorial Marco, entró a formar parte de la plantilla de “Paseo Infantil”, la cual desapareció al poco tiempo y donde creó series como “Pepe Roña” y continuó la serie “Loony” de Alfons Figueras.
Simultáneamente, Ibáñez empezó a colaborar en agosto con la potente Bruguera, que en ese momento necesitaba imperiosamente nuevos dibujantes tras la marcha de sus principales artistas a “Tío Vivo”. En Bruguera, Ibáñez inicialmente aportó páginas de chistes sobre un tema determinado o un deporte para “Pulgarcito” y las centrales de “El DDT” y “Selecciones de Humor de El DDT”, ya que como explicaba Armando Matías Guiu, “el chiste era el primer paso para conseguir un personaje de las revistas“.
El 20 de enero de 1958, trabajando ya en exclusiva para Bruguera y tras la aprobación del director artístico de la misma, Rafael González, Ibáñez publicó la primera entrega de “Mortadelo y Filemón” en la revista “Pulgarcito”. Desde entonces, y durante la década de los años 60, Ibáñez fue creando y adaptando algunas de sus mejores series para diferentes revistas de la editorial, como “La familia Trapisonda” (Pulgarcito, 7/07/1958), la originalísima “13, Rue del Percebe” (Tío Vivo, 6/03/1961), “El botones Sacarino” (El DDT, 1963), “Rompetechos” (Tío Vivo, 1964) y “Pepe Gotera y Otilio” (Tío Vivo, 1966).

Influido por el cómic franco-belga, Ibáñez publicó en 1969 “El sulfato atómico”, la primera historieta de “Mortadelo y Filemón” concebida como parodia del mundo de los espías y de larga extensión. El nuevo modelo triunfó tanto a nivel nacional como internacional, y Bruguera lo explotó sacando cabeceras como “Mortadelo” (1970), “Super Mortadelo” (1972), “Mortadelo Gigante” (1974) o “Mortadelo Especial” (1975), a veces sin respetar sus derechos laborales. El recrudecimiento de la censura también contribuyó al abandono de los referentes sociales locales.
A pesar de ello, Ibáñez se mantuvo firme en su trabajo y en su estilo de hacer reír a varias generaciones, y desde entonces se ha convertido en uno de los grandes iconos del cómic en España. Ha recibido numerosos premios a lo largo de su carrera, entre ellos el Premio Nacional de Cómic en 2011 y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2012. A sus 87 años, sigue dibujando y creando historias, y su legado en el mundo del cómic español es innegable.
Felicitamos al gran Francisco Ibáñez en su cumpleaños y le agradecemos por hacernos reír durante tantos años con sus personajes y sus historias.